Por ejemplo, en zonas donde hay mucho polvo, como polígonos industriales o áreas cercanas a carreteras muy transitadas, la falta de mantenimiento adecuado puede suponer pérdidas de rendimiento de hasta un 8%.
Como seguro que ya sabrás, las placas fotovoltaicas están compuestas de células de silicio que, al recibir la luz del sol, generan energía eléctrica. Para que puedan recibir la máxima radiación solar es vital que estén limpias. Con una limpieza y mantenimiento regulares la pérdida de energía se puede reducir hasta el 1%, garantizando así un rendimiento constante y óptimo de la instalación.
Como ya vimos en otro artículo, los beneficios del autoconsumo de las placas solares son múltiples, tanto para nuestro bolsillo como para el medio ambiente. No dejes de disfrutar de todas sus ventajas por no mantener tu instalación como es debido. En muchos casos, identificar a tiempo estas pequeñas incidencias puede prevenir problemas más graves y costosos a largo plazo.
Por tanto, te recomendamos que realices una revisión anual si vives en un lugar en el que haya mucho polvo o en el que las condiciones climatológicas lo requieran o una revisión cada cuatro años, si no tienes estos condicionantes. Ambas deben llevarse a cabo por un especialista.