UNA NUEVA EXPERIENCIA DE CONDUCCIÓN

¿Eres de los que aún creen que conducir un coche eléctrico es como ver una película sin palomitas? ¿Como un concierto sin amplificadores? Deja de lado los prejuicios y ponte el cinturón, porque vamos a desmontar la creencia de que conducir un coche eléctrico es aburrido. ¡Prepárate para un viaje lleno de emoción, adrenalina y, por supuesto, mucha electricidad al volante!

1. El poder del silencio.
2. Potencia hasta en la frenada.
3. Una conducción dinámica, ágil y divertida.
4. Estabilidad y seguridad.

1. EL PODER DEL SILENCIO: MENOS RUIDO, MÁS ACCIÓN

Cuando te sientas al volante de un vehículo eléctrico y lo enciendes, ya notas la diferencia. El silencio sustituye al ronco rugido del motor y lo envuelve todo, porque a diferencia de los vehículos de combustión, los vehículos eléctricos no vibran ni hacen ruido. Además, no tienen piezas móviles en sus motores ni cuentan con un sistema de escape. 

Tan pronto como pulsas el botón de arranque, te envuelve una tranquilidad inesperada. Olvídate del estruendo del motor. Sólo te acompaña un zumbido casi imperceptible que anuncia que el vehículo está listo para la aventura. Aunque el silencio al principio sorprende, la calma y tranquilidad hacen que conducir sea más relajante.

La cabina se convierte en un santuario de paz, permitiéndote concentrarte en la carretera y disfrutar del paisaje sin distracciones. Hablar con el resto de los pasajeros resulta mucho más sencillo, no hay necesidad de alzar la voz y la música de la radio adquiere protagonismo.

Pero no te dejes engañar: detrás de ese silencio se esconde una potencia sorprendente. Así que no te quedes en esta parada. ¡El viaje sigue! 

2. POTENCIA HASTA EN LA FRENADA: GRACIAS AL FRENO REGENERATIVO 

Los motores eléctricos no sólo están diseñados para propulsar el vehículo, también son generadores de energía.

Como podemos recordar de nuestras clases del colegio, la energía ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma… Cuando un coche está en movimiento se genera energía cinética. En el caso de los coches de combustión, al pisar el freno esa energía se transforma en calor con el rozamiento de las pinzas y los discos de freno.

No ocurre lo mismo con los eléctricos. Gracias al freno regenerativo esa energía cinética no se pierde, sino que se reaprovecha en forma de energía eléctrica (el motor eléctrico invierte su funcionamiento para generar esa electricidad, como si fuese una dinamo) que se acumula directamente en la batería.

3. UNA CONDUCCIÓN DINÁMICA: ÁGIL Y DIVERTIDA 

El término "reprise" se refiere al tiempo que tarda un coche en pasar de una velocidad a otra, es decir, su capacidad para aumentar la velocidad rápidamente. Pues bien, los vehículos eléctricos suelen tener un reprise superior a los vehículos de combustión interna.

La aceleración de 0 a 100 km/h es una medida comúnmente utilizada para evaluar el rendimiento de un motor, y los vehículos eléctricos suelen superar en esta métrica a sus homólogos de combustión interna. Hay 2 razones que explican que los motores eléctricos tarden mucho menos tiempo en alcanzar los 100 km/h:

1. El motor eléctrico entrega su máxima potencia mucho antes que en el motor de combustión, es decir, alcanza su máxima potencia a un régimen de giro del motor (revoluciones por minuto o rpm) muy inferior al nivel de revoluciones que necesita el motor de combustión.
   
2. Además, el motor eléctrico es capaz de mantener ese nivel de máxima potencia durante un intervalo de rpm muy superior al de los motores de combustión, que enseguida pierden la máxima potencia: éste es precisamente el motivo por el cual los motores de combustión necesitan una caja de cambios, que garantice que el motor siempre se mueve dentro de un intervalo de rpm en el que entrega un nivel de potencia aceptable, con independencia de su velocidad. Así aparece el cambio de marchas, pudiendo ser manual o automático. Nada de esto se precisa en un motor eléctrico.

Pero ¿y a qué se debe que los motores eléctricos sean capaces de entregar toda su potencia mucho antes que los de combustión? Pues a otro concepto muy extendido cuando se habla de motores, que es el par motor: podríamos definirlo como la fuerza, a un régimen de rpm concreto, que es capaz de generar el motor, y que se utiliza para poner en movimiento todos los elementos mecánicos necesarios para desplazar el vehículo. Por tanto, cuanto más alto sea el par de un motor y más amplio sea el rango de revoluciones al que lo entrega, más empuje tiene el coche.

En la siguiente gráfica, puedes ver de qué estamos hablando:

Como ha quedado explicado, los motores eléctricos pueden entregar su par máximo desde 0 rpm, lo que significa que la aceleración es instantánea y te brinda una conducción dinámica, ágil y divertida, muy parecida a la sensación de conducir un vehículo de combustión de alta gama. No hay demoras, no hay vibraciones, sólo un impulso puro y sin restricciones que te lanza hacia adelante con una facilidad asombrosa.

La ausencia de caja de cambios y la aceleración instantánea también facilitan que la conducción sea fluida y continua, sin las interrupciones que provocan los cambios de marcha y garantizando una respuesta rápida en maniobras como adelantamientos e incorporaciones.  Es como tener un diálogo sin palabras con la carretera: tú pides, y el coche responde al instante.

4. ESTABILIDAD Y SEGURIDAD: TOMA EL CONTROL DE LA CARRETERA

Al carecer de un motor tradicional y de un sistema de escape, los eléctricos suelen ser más ligeros. Y gracias a la ubicación de sus baterías, situadas sobre el chasis, una de las particularidades de estos vehículos es su bajo centro de gravedad.

¿En qué afecta esto al conductor?  Pues favorece el reparto equilibrado de pesos, refuerza la seguridad y la estabilidad del vehículo, y proporciona al conductor una sensación de conducción más pegada al suelo, de más aplomo, especialmente en las curvas.

En cuanto a seguridad, los coches eléctricos están a la vanguardia. Cuentan con sistemas avanzados de asistencia al conductor, desde frenado automático de emergencia hasta asistencia de mantenimiento de carril. Por tanto, se puede definir la experiencia de conducir un eléctrico como robusta y fiable.

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La movilidad eléctrica no es el futuro, ya es el presente.

Al volante de un coche eléctrico, te sientes parte de algo más grande. Es la sensación de estar contribuyendo a un futuro más sostenible y de situarse a la vanguardia del sector automovilístico.

Su silencioso arranque, el potente empuje del motor cuando pisas el acelerador, la comodidad de regular la velocidad con un sólo pedal y la estabilidad que sientes en carretera hacen que conducir un vehículo eléctrico se convierta en una experiencia más relajada, espontánea, divertida y segura. Una combinación evocadora de paz y potencia que redefine nuestro concepto de lo que significa "conducir".

¿Aún no has experimentado las sensaciones de conducir un eléctrico? Ya es hora de que te unas a esta revolución y descubras todo lo que la movilidad eléctrica ofrece. Puedes hacerlo ahora con las grandes ofertas y ventajas que te ofrece Silence, la filial de vehículos eléctricos de ACCIONA. Emprende tu viaje más sostenible de la mano de los expertos en movilidad.

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